A priori, en un mercado libre sería una medida más que criticable. Pero sus defensores dirán que no estamos en un mercado libre en lo que se refiere al sistema bancario, y tienen razón, especialmente desde los billonarios rescates bancarios perpetrados por esa dupla estatista que se ha relevado sin diferencia ni ruptura alguna en la Casa Blanca, me refiero a las administraciones Bush y Obama.
El hecho de la pseudo-estatalización (disculpas por la palabreja) del sistema bancario norteamericano supone menor munición argumental contra la intervención paternalista del Gobierno. Evidentemente, cuando ya está mal lo básico (la estatalización del sistema) poner el énfasis en lo secundario (las continuas admoniciones del Estado) no deja de ser fútil.
De hecho es esperable que se razone que debido a las toneladas de dinero público invertidas en el rescate bancario, el Estado se ha ganado el derecho de dirigir la política de los entes rescatados, y ya que ese dinero sale del ciudadano (el concepto de "dinero público" es una falacia, siempre se trata de dinero privado expropiado), es natural que el ciudadano vea beneficios en su relación con el sistema bancario, por ejemplo, la reducción de su cuota hipotecaria.
Como vemos, el estatismo es una espiral perversa y cada intervención pública justifica las posteriores.
Lo relevante de la noti

Es la mentalidad populista donde ni siquiera se plantea la posibilidad de que un sistema bancario competitivo con normas concisas, claras, estrictas e inviolables pueda ser mucho más eficaz que la tutela gubernamental perenne y la intervención estatal masiva. Esta mentalidad es una de las causas de la actual crisis económica.
Pero es una mentalidad que sigue dando votos. Sospecho que es una mentalidad que está aquí para quedarse mucho tiempo.
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