jueves, 8 de abril de 2010

Caña a ultranza a la Escuela Austríaca

Vía el blog de Luis H. Arroyo descubro un link del prestigioso economista y bloguero del Financial Times, Martin Wolf, donde propone un debate sobre la Escuela Austríaca de Economía, si ésta tiene una mejor explicación para la crisis financiera global y si posee también una mejor receta para salir de ella.

La gran mayoría de los comentarios son muy escépticos y duros contra esta Escuela. Las acusaciones más frecuentes son de dogmatismo y superficialidad, también de arrogancia (como hace el propio LHA) y cerrazón. Se dibuja una corriente ideológica hermética, impermeable a la realidad exterior, que no ha evolucionado nada en el último medio siglo, que eleva a la categoría de dogma al patrón oro y que cuando acierta es debido a la insistencia en llevar décadas diciendo "esto va a pasar" hasta que acaba pasando pero no por las causas argumentadas por la EAE.




En mi humilde opinión, ninguna teoría es "omniexplicativa".

Por la sencilla razón de que la realidad siempre será más compleja de lo que cualquier teoría pueda detallar. Esto entronca con la tesis hayekiana de la dispersión del conocimiento, es decir, que la Escuela Austríaca reconoce esa limitación teórica y la introduce como una de sus premisas, cosa que no veo que hagan otras teorías críticas con la EAE. Para criticar a una corriente ideológica, siempre se recurre a acudir a sus puntos más frágiles, algo natural y no condenable. Es lógico que se haga con las tesis austroliberales.

Y es muy sano atender a esas críticas. Si son sensatas, argumentadas y defendidas por quien sabe más que uno (algo muy frecuente, en mi caso) el leer y asimilar esas críticas, meditar sobre ellas, es un acto no sólo recomendable sino necesario. Lo peor que nos puede pasar es que nos saquen de un error o nos refuercen en nuestras convicciones si éstas son verdaderas, y ambos efectos son deseables.

Muchas de las críticas me parecen exageradas cuando no infundadas. Además, la EAE dista mucho de ser una especie de secta con un credo obligatorio, aunque como en toda corriente ideológica haya un sustrato común a sus seguidores. Pero yo he leído a austroliberales apartarse de determinadas ideas supuestamente inamovibles, por ejemplo, a Daniel Ballesteros criticando el patrón oro y el mecanismo de Hume.

No dudo de que haya austroliberales dogmáticos, como en cualquier corriente ideológica, ahora bien, discrepo abiertamente sobre que precisamente este conjunto de ideas resulte específicamente hermético, antes al contrario, conlleva un grado de autocrítica y revisión que no se encuentra en otros idearios. Si a esto agregamos que la visión de la EAE supone despojar de poder al político, e incluso al economista advenedizo metido a político, creo que entendemos por qué es una corriente especialmente vituperada en numerosos foros.

Recomiendo a cualquier austroliberal que le eche un vistazo al blog enlazado y a las duras críticas vertidas contra esa Escuela de pensamiento.

11 comentarios:

  1. Antes que nada, gracias por las referencias.

    En mi opinión la teoría del ciclo austríaco es la mejor pero muy de largo, aunque no me acaba de convencer la interpretación que hacen Menger, Mises o Huerta acerca de la génesis de una crisis cíclica (diferente de los cambios de tercio en los negocios comunes).

    ¿Qué haría falta afinar? Pienso que reconocer que los agentes privados actúan a veces como los "animal spirit" de los que hablara Keynes y por tanto que existen "exhuberancias" no tanto irracionales sino estúpidas en individuos que se dejan llevar por la marea.

    La banca de reserva fraccionaria acude a hacer negocio de forma igualmente estúpida, sin calcular los riesgos que realmente está asumiendo (o calculándolos pero ignorándolos porque sabe que el gobierno les rescatará). Los efectos de este tipo de banca sobre aquellas "exhuberancias" las explicó magistralmente Huerta en su libro sobre el crédito bancario y ciclos económicos.

    Respecto al tema del oro, en mi opinión no es opción válida debido al fallo garrafal del mecanismo de Hume.

    Las reformas de la doctrina del ciclo austríaca la convertirían en LA doctrina del ciclo, pero realizarlas requiere salirse de la ortodoxia, e implica un riesgo importante para algunos académicos sometidos a servidumbres intelectuales, la primera de las cuales es la de la "reputación".

    Algunos optan por resucitar la Banking School, vía por la que me parece que transita Rallo hoy en día, pero es evidente que es una vía muerta.

    Un abrazo.

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  2. Muy buena sintesis del blog de M Wolf, amigo, algo que por pereza ni me he planteado abordar. Y había que hacerlo. En cuanto al fondo, bueno, ¿se han molestado los de la EA leer algo de lo mucho y bueno que se ha publicado sobre la crisis? Noooo, por Dios! por ejemplo, ¿serían capaces de leer el análisis de Greenspan que yo colgué en mi blog? ¡Qué repugnancia! pues es uno de los mejores análisis, junto con el de Garton, por ejemplo. Pero claro, como greenpsan es el GS (gran satán) para estos liviaanos compañeros...

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  3. Luis: le he estado echando un vistazo a tu blog. En primer lugar me sorprende que compartamos bastantes ideas (sobre el euro, China y el tema de los fundamentos religiosos de una sociedad), siendo tú un neoclásico y yo un austríaco (si bien es cierto que tampoco es que yo sea un austriaco mainstream).

    Más allá de esto, lo del informe de Greenspan... es que es un ladrillo que, en esencia, se retrotrae a tiempos de los reyes godos -¡incluso cita la guerra civil de los EEUU!- para excusarse; luego habla de poner parches a Basilea II para ver si así se evitan los desastres de la minúscula reserva fraccionaria que hoy deben mantener por ley los bancos comerciales/de inversión (por cierto, ¿qué se "fizo" de la Ley Glass-Steagall?... sólo la cita una vez y de pasada en una nota al pie)

    Para mí este documento es, con perdón, una mamarrachada con la que intenta tomar el pelo a la gente diciendo algo así como que la culpa no fue suya; si bien cuando las cosas iban bien, vaya si admitía que dijeran que era gracias a él... Y en parte tiene razón: la culpa es de la reserva fraccionaria, pero el "botón" de los "tipos minúsculos" lo apretó él y tambien el BCE...

    Los austríacos lo advirtieron en el 29 y lo advirtieron antes de que sucediera lo de ahora. Si no se quiere ver cuál es el problema pues no se verá. No basta con relatar los síntomas a posteriori diciendo que falló la información, que los modelos econométricos erraron, que el problema es que no había deuda convertible en capital o que la abuela fuma... el problema fue la incontrolable expansión crediticia asociada a la reserva fraccionaria.

    Cuesta entender cómo tantísimos neoclásicos (hay muchos que sí ven el problemón, es cierto) no quieren reconocer esto hoy, cuando los integrantes de la banking school aún veían el problema en época tan tardía como la década de los 30 del siglo XX. Supongo que a las meras anteojeras ideológicas de algunos, se añade en otros el hecho de que a veces más manda el salario que la verdad.

    Por cierto, no todos los austríacos somos "liquidacionistas", o arrogantes. Aunque te doy la razón en que siempre hay iluminetas y pelotas que son incapaces de dejar las anteojeras ideológicas a un lado para dar soluciones a catástrofes como esta crisis sin que ello suponga arruinar la vida a la gente normal.

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    1. Hola, veo que ustedes manejan el tema de la escuela Austriaca, necesito saber como se relaciona esta escuela con el emprendimiento. He leido varias tesis acerca de esto pero me parece complejo entenderlo, soy estudiante de Admon de empresas y tengo una exposición de este tema y ando investigando para obtener lo mejor de este tema.

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  4. VAYA! va a ser que hay por ventura un austriaco español con common sense...
    En cuanto a Greenspan: estás muy influenciado por Huande y LD... y Recarte, que montaron una cacería vocinglera contra el Gran Satán, el culpable de todo (parecían la Inquisicón persiguiendo y colgando la efigie de Lutero). Creo que tiene todo el derecho a defenderse, y muy buenas razones: las razones que aduce me parecen de consideración. Para empezar, si hubiera puesto los tipos de interés al 2% (como dice Taylor) no hubiera evitado la burbuja; y mñás altos, puede pero no sin hundir la economía. Bueno pero ya sé que a vosotros eso no os importa, que sois como Sansón: Muera Sansón sin mueren los filisteos.
    Pasando ya a temas-obsesiones vuestros, que son muchos (y no quiero convertirte, querido amigo; yo sigo considerándome austriaco, con perdón, aunque expulsado de la Logia española):
    Olvidate de la reserva fraccionaria, estimado pureta: Es una cosa que existe desde hace siglos, una esencia de la banca, como denuestra Galton en un papel que, creo, también colgué. Si no, lo tienes en el blog de Mankiw. Si intentas prohibirla, la banca huirá a la "shadow" bank para hacer negocio.
    Naturaleza humana, que Adam Smih trabajaba arduamente. ¡Y no es ese corsé fraudulento de laa "praxeología"!
    Me has despertado la curiosidad y voy a leer tu página. muy encantado de haberos conocido.

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  5. Luis, efectivamente, nada podía hacer Greenspan para impedir la burbuja, salvo subir los tipos... o sugerir una reserva total sobre depósitos irregulares en la banca comercial.

    Si hay que elegir entre esta atroz debacle y una crisis profunda, yo prefiero lo segundo... sin embargo no habría que elegir, ya que había otras alternativas. ¿Por qué nadie señala lo perjudicial que resulta comerciar con naciones cuyas monedas están groseramente manipuladas para permanecer baratas y cuyos trabajadores son reducidos a la semiesclavitud? ¿Por qué nadie señala lo perjudicial que para el crecimiento económico resultan los alocados presupuestos militares, las hiperregulaciones, la burocracia disparada, etc?

    A lo mejor buena parte de la responsabilidad de los crecimientos escasos reside en esas prácticas estatales... curarlas a base de bajar los tipos al ridículo, alentando así una burbuja es una verdadera temeridad.

    Fíjate que no hablo de la temeridad de fijación oficial del precio de un bien como el dinero, sino de las consecuencias de malas decisiones políticas sobre su fijación.

    Respecto a lo que dices de la reserva fraccionaria, es una falacia como un "campanu": también existe el robo desde siempre, pero no creo que se vaya a legalizar por el simple hecho de que no se pueda erradicar definitivamente... me da que algo tiene que ver el flirteo banca-Estado.

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  6. Celebro que este blog haya podido acoger este interesante intercambio de opinión entre ambos. Sabéis que siempre tenéis las puertas de este sitio abiertas. Gracias por vuestros comentarios, cada uno de ellos daría para varios posts.

    Considero que ambos coincidís en muchas cosas valiosas, una de las que más es vuestra absoluta falta de miedo a dejar de ser políticamente incorrectos y decir cosas que os saquen de "corrientes ideológicas". Vamos, que vais por libre y eso es algo que aprecio sobremanera.

    Saludos.

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  7. Buenas noches, Carlos.

    Volviendo al debate que inicias en tu artículo (excelente) dicho sea de paso, estoy de acuerdo contig en que "dista mucho de ser una especie de secta con un credo obligatorio". Que el pensamiento de Mises se edifique, entre otros principios, sobre los axiomas praxeológicos no implica que su pensamiento sea dogmático, sino todo lo contrario: es un pensamiento puramente científico.

    Por otra parte, cuando se escuchan voces crítuicas con el lineralismo en general, a raiz de la crisis económmica actual, destacaría que, en general, las palabras son traicioneras, y más cuando son usadas por individuos con espíritu socialista (entiéndase, los que buscan imponer "sus" intereses colectivos a los restantes individuos). A raiz de la crisis que estamos sufriendo, se oye machaconamente la descalificación del liberal, a saber: "el liberal quiere libertad cuando las cosas le van bien, e intervención gubernamental cuando le vienen mal". Evidentemente, quienes defienden este discurso son simple y llanamente unos listillos. De liberales nada de nada, porque la estrategia típica es convertir sus intereses en los colectivos de la nación.

    Resulta especialmente gracioso por ejemplo, cuando se analizaba la "crisis bancaria" o "crediticia" que afloraba hace dos años, que se tildara de liberales a estas entidades. Liberales ¡¡los agentes financieros!! En fin... podría poner unos cuantos ejemplos de descalificación del liberalismo, sin ningún fundamento.

    Otro de los temas que la EAE debate, con especial solvencia, es la "explicación", según la doctrina oficial, mayoritaria en la economia contemporánea, de que existen ciclos económicos. Según esta doctrina, es normal que en algunos periodos la economía crezca y a estos periodos les siga otros de depresión... (como si se tratara de un tema natural, algo así como la noche y el día, o el frío y el calor). Esta doctrina es muy cómoda para los gobiernos, evidentemente, y por eso es la generalmente aceptada. De esta forma, los gobiernos se pueden erigir en los campeones de la sociedad: luchan denodadamente cuando el ciclo se tuerce, para que a los demás mortales no nos afecte demasiado el tema. En esta tesis se enmarcan las reformas que han de hacer los gobiernos diligentes, aprovechando los momentos de bonanza para prepararse para las vacas flacas. (Si esto no es dogmatismo, que venga Dios y lo vea).

    Es tarde y no quiero aburrir. Desde luego creo que la EAE (Hayek, Mises, Rothbard,...) dista mucho de ser un pensamiento dogmático. Todo lo contrario, es una "escuela de la sospecha" en toda regla.

    Un cordial saludo.

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  8. Hola, Rogelio: Me ha gustado mucho tu intervención, particularmente esa acertada denominación de la EAE como "escuela de la sospecha". Sí señor. Esa desconfianza en el poder, que es tan típicamente liberal, se hace singularmente intensa en los austríacos, que han establecido con criterios científicos el teorema de la imposibilidad del socialismo. Su antiestatismo (anarcocapitalismo en Rothbard, minarquismo en Mises y Hayek) parte de esa idea de sospechar del poder y de quien lo maneja. Su antídoto es un individualismo que reconoce de manera sistemática la necesidad de la colaboración social, pero pone el acento en la mayor eficiencia de esa colaboración cuando es voluntaria y no coercitiva: se procura atomizar el poder (Estado mínimo, persecución de monopolios y oligopolios) para que ningún agente económico, social o político pueda imponer sus intereses.

    No niego que algunos puedan deformar las tesis austroliberales hasta convertirlas en dogmáticas, porque ese es un riesgo que toda ideología padece, pero claro que hay ideologías dogmáticas "per se" u otras que con gran facilidad acaban siéndolo. No creo que el austroliberalismo esté entre ellas.

    Y pienso que la acusación de arrogancia, si tiene algo de fundado, pueda deberse más a errores estéticos y de comunicación (generalmente, individuales) que a la verdadera naturaleza de las ideas de la EAE.

    Ni que decir tiene que concuerdo mucho contigo. Particularmente en las acusaciones antiliberales a raíz de la actual crisis y el disparate consistente en acusar de "liberales" a los agentes financieros. Al respecto de ello, dije lo que pensaba en el post inicial de este blog, allí por finales del 2008 y sigo pensando igual que entonces, a riesgo de parecer estancado, supongo.

    http://desde-el-laberinto.blogspot.com/2008/12/contra-el-estatismo-de-mercado-y-el.html


    Sobre esas acusaciones típicas, hace un par de entradas más o menos, publiqué un intercambio de pareceres con uno de esos "acusadores", precisamente para evidenciar lo manido de las acusaciones antiliberales.


    Gracias por comentar y otro cordial saludo para ti.

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  9. Me voy de cabeza con vosotros. Lo de "Escuela de sospecha", es un expresión contundente que bastaría para acreditar cualquier teoría.
    Para "convencer " no para "vencer" como es la pretensión de tantos.

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  10. Ruy, gracias por tus comentarios.

    No sé si yo puedo "convencer" a alguien, pues navego por estos temas con intención de aprender del resto ya que poco puedo aportar yo, pero en definitiva, si no te mojas, no pescas nada, ni un resfriado, así que bienvenidos sean los debates y discusiones entre gente sensata. Sobre la Escuela Austríaca, en los enlaces que tengo en la parte izquierda de esta web hay "ventanas" a otros blogs mucho más útiles y didácticos que el mío y que te recomiendo si tienes -como yo- interés en aprender algo más.

    Nos vemos, un cordial saludo.

    C.

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