domingo, 5 de septiembre de 2010

Memoria, Dignidad, Justicia.

Hoy es el día de recordar que son casi mil los asesinados.

Hoy es el día para no olvidar que son millares los heridos (física y psicológicamente).

Hoy es el día para tener en cuenta que decenas de miles han sido y son amenazados directos.

Hoy es el día para valorar que más de doscientos mil han tenido que exiliarse de su propia tierra.

Hoy es el día de volver a decir que la extorsión generalizada ha sido la norma.

Hoy es el día de rememorar que todo un país y los derechos a la vida y a la libertad de quienes lo habitan, no pueden depender de la graciosa voluntad de una pandilla de asesinos.

Hoy es el día de acordarse de las masacres de Hipercor y de la casa cuartel de Vic.


Hoy es el día de volver a sentir que todos somos Miguel Ángel.






Hoy es el día en que decimos con firmeza que no nos olvidamos de las torturas a Juan Antonio Ortega Lara.





Hoy es el día en que debemos dejar claro que sabemos que las serpientes nunca dejan de serlo.

Hoy es el día en el que la Memoria debe ser nuestra guía para que podamos mantenernos en la búsqueda de la Dignidad, que será la única senda para llegar a la Justicia.


Hoy es el día.

Y mañana; y mañana; y mañana.

Porque algunas cosas son demasiado importantes como para sólo acordarse cuando hay un cadáver reciente.


Ellos no han cambiado y tienen las cosas claras. ¿Y nosotros?


"Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella, ya he comido para todo el mes."


(Iñaki de Juana Chaos, miembro de eta, recordando el asesinato del matrimonio Becerril).

2 comentarios:

  1. Enhorabuena Carlos. Esto es lo que había que escribir hoy y no otra cosa.
    Recordemos también quiénes prefieren pactar lo que sea con quien sea (PP, pero sobretodo PSOE) antes que cumplir el mandato soberano. Que se supone que eso son los votos del pueblo. No una patente de corso ni un poder absoluto ni el derecho a improvisar y cambiar el discurso.

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  2. La nuestra es una patria huérfana de patriotas, pocos más que tú van a recordar este tipo de cosas necesarias. Ahora llegará la ignominia y volver a ceder en todo para no conseguir nada a cambio.

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