miércoles, 3 de diciembre de 2008

La vacuidad declarativa de CULTURA 3.0

Hace unos días se presentó la plataforma CULTURA 3.0, transposición española de la Fundación EDGE. Veinte años después (toda una generación) esta idea llega a España, indicándonos el retraso acumulado por nuestro país, nunca suficientemente enjugado a pesar de los avances zigzagueantes de las últimas tres décadas.

¿Es ciertamente un avance el surgimiento de esta plataforma en España?

En su web dicen que la finalidad de la idea matriz (Edge) es promover la investigación y la discusión de ediciones intelectuales, filosóficas, artísticas, y literarias, así como trabajar para conseguir el logro intelectual y social de la sociedad. Asimismo, Cultura 3.0 se arroga una "misión". Caramba. ¿No podrían haber escogido otra palabra? ¿Qué tenían de malo "objetivos", "intenciones" o "finalidades"? Eso de "misión" queda un tanto mesiánico y contradictorio con el enfoque supuestamente perseguido. Los humanos pensamos con palabras y al escogerlas mostramos nuestras preferencias -a veces inconscientemente-. Pero vayamos al meollo. La misión dicen que es "propagar la ciencia de vanguardia y los valores seculares en nuestra sociedad". Eso de "valores seculares" la verdad es que puede sonar ideológicamente conservador. No es difícil imaginarse a alguien contrario al matrimonio homosexual defendiendo su postura basándose en "valores seculares". Prosigamos con lo que dicen que es su misión:

"Nuestros intereses abarcan la cultura científica, política, tecnológica, literaria, artística y lúdica, enfocados desde una nueva conciencia social libre de elementos sobrenaturales y dogmáticos, una "tercera cultura" que favorece el diálogo de las ciencias y las humanidades."

El caso es que muchos grandes sabios han conjugado las ciencias y las humanidades y no sólo los antiguos sabios griegos. Muchos grandes filósofos fueron matemáticos. La mayoría de obras de Newton versaron sobre religión, por poner sólo un ejemplo. Cualquier persona verdaderamente ilustrada tiene claro que las fronteras entre los distintos saberes humanos son profundamente artificiales y sólo una convención surgida de la expansión y especialización de cada rama del saber (opera una especie de "división del trabajo" al estilo de lo mostrado por Adam Smith pero a nivel intelectual y de progreso del conocimiento).

Luego dicen:

" Pretendemos impulsar [...] los valores del pensamiento crítico y el naturalismo positivo, con el fin de poder combatir conjuntamente el pensamiento fláccido y las malas prácticas que erosionan nuestro potencial evolutivo como sociedad."

Pero como parece que a la hora de redactar han mezclado un poco los temas, en el apartado de "quiénes somos" hablan mucho más de la "misión".

"El propósito de esta iniciativa es establecer un movimiento en España basado en esta nueva manera de percibir “la cultura”, y de promoverla como un vehículo para el desarrollo del juicio crítico en nuestro país. Cada vez hay más personas dispuestas a educarse y liberarse de las supersticiones y los dogmas que reducen su campo de acción personal y social."


¡Tate! Suena bien, ¿no? ¿Quién va a oponerse de entrada al juicio crítico? Incluso los más fanáticos (o mejor dicho, especialmente ellos) presumirán locuazmente de que sus convicciones son fruto del juicio crítico. Lo cierto es que lo de "combatir el pensamiento fláccido y liberarse de supersticiones y dogmas", es algo que cualquier liberal juicioso recibirá con los brazos abiertos (y rostro esperanzado de "¡ya era hora!"). Máxime cuando al final citan a un liberal de la talla de Revel para dar empaque a la declaración (uno tiene su corazoncito, oiga).

En el intermedio de la exposición de "quiénes somos" explican el nombre de la plataforma alegando la existencia de dos culturas anteriores. No sé si de manera consciente o inconsciente, corren el riesgo de apestar a "tercera vía" pero cuando uno empieza a torcer el gesto, te dejan patidifuso con una afirmación curiosa:

"Tercera Cultura representaría la “Era de la Ciencia”. Esta Cultura difiere de las otras por un simple rasgo: No acepta verdades absolutas."


Acojonante.

Para empezar, porque lo de la "Era de la Ciencia" puede ser cualquier cosa menos novedoso. Sería muy prolijo enumerar cuántos disparates ideológicos han dicho basarse en la Ciencia, podemos mencionar tan sólo dos: el socialismo "científico" (cuya imposibilidad científica fue demostrada por Mises, Hayek y más recientemente por Huerta de Soto) y el nacional-socialismo, que incluso alumbró su propia "ciencia", como el comunismo con gente como Lysenko.

Además, lo de que su plataforma represente toda una era no dice mucho sobre la modestia de los "plataformantes". Junto a ese epígrafe grotescamente titulado "misión" arroja una sombra de mesianismo más hilarante que tenebrosa.

Para colmo, resulta que "no aceptan verdades absolutas". Toma ya. Cuesta pensar en las disertaciones de un astrofísico que no acepte nada de la Teoría de la Relatividad o de la Mecánica Cuántica, la de un biólogo que rechace de plano la Teoría de la Evolución o un neurólogo que niegue la validez de los descubrimientos de Ramón y Cajal. La esfericidad de la Tierra ¿se considera una verdad absoluta y por tanto "no aceptable" por Cultura 3.0?

Intentan salir de la contradicción a continuación diciendo que:

"Esto evidentemente no significa que no acepte verdades funcionales, puntos de partida asumibles desde donde poder progresar y avanzar en quizás el rasgo más importante de la cultura: el desarrollo del juicio crítico."

Vamos, que sí, pero no; o no, pero sí. Lo que nos lleva a la pregunta de siempre con cualquier conjunto de ideas: ¿dónde empiezan y donde acaban (si es que acaban) las verdades absolutas que deben aceptarse como presupuestos fundamentales a partir de los cuales edificar una construcción ideológica?

Para Von Mises, empezaban en la acción humana. Para Descartes, empezaban en el cogito, ergo sum. Probablemente para Nacho Vidal empiecen en el "coito, ergo sum" y para Pepe Blanco en el "insulta que algo queda". Vamos, que con esa inconcreción no llegamos muy lejos.

Y para acabar de arreglarlo, nos sueltan lo siguiente:

Con la ciencia se acaban los “ismos”

¿Seguro? La Ciencia ha sido sirvienta y fundamento de muchos "ismos" cuando ha sido despojada de principios. Pero lo más curioso de esta afirmación es que allana el camino del cientificismo, que es otro "ismo" y no de los menos peligrosos. Además, parece que se quiera usar la Ciencia como vacuna, defensa y ariete contra todos los "ismos" como si todos merecieran la misma consideración.

¿Consideran los plataformantes de Cultura 3.0 igual de peligrosos hoy en día el islamismo y el cristianismo? ¿El nazismo y el pacifismo? ¿El comunismo y el conservadurismo? ¿El imperialismo y el patriotismo? ¿El nacionalismo y el ecologismo?

¿Y el socialismo y el liberalismo?


En definitiva, todo un ejercicio de vacuidad declarativa que me temo que es deliberada. Las palabras se las lleva el viento, así que, como en tantas cosas, habrá que estar a los actos de la plataforma para valorar si su aparición es un avance real o un mero añadido al paisaje.

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